Imagina que pierdes un billete de $200. Ahora imagina que te encuentras uno. ¿Qué emoción es más intensa? Si el dolor de la pérdida se siente mucho más fuerte que la alegría del hallazgo, acabas de experimentar la "aversión a la pérdida", el sesgo psicológico que sabotea silenciosamente nuestras finanzas. En este artículo, desglosamos por qué tu cerebro está programado para odiar perder, cómo esto te impide construir riqueza y, lo más importante, qué estrategias simples puede