El Buen Fin: ¿la mejor oportunidad del año o la trampa perfecta para endeudarte?
- Alejandro Torres

- hace 7 días
- 3 Min. de lectura

Hablemos claro del Buen Fin. Antes de que te lances a las "ofertas", ¿sabías de dónde salió? Nació en 2011 como una iniciativa del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el gobierno, inspirada en el "Black Friday" de EE.UU.
Seamos brutalmente honestos: el objetivo principal no fue que tú ahorraras. El objetivo fue que las empresas vendieran más para "reactivar la economía". Es una herramienta diseñada para impulsar el consumo, no para beneficiar al consumidor. Es una semana de ventas, no una semana de regalos.
Y vaya que funciona. Esta semana, tu correo se va a inundar de 'ofertas' y tu Instagram será un desfile de descuentos. Es casi imposible no emocionarse. Ves esa pantalla que has querido todo el año, te la ponen a '18 Meses Sin Intereses' y sientes ese golpe de dopamina, esa sensación de 'ahora o nunca'.
Pero justo antes de que pases la tarjeta, hablemos de la cruda realidad que nadie te cuenta en la publicidad.
El dato que debería frenar tu tarjeta durante el Buen Fin
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) lo ha advertido en años anteriores: 3 de cada 10 mexicanos tardan más de seis meses en pagar las deudas que adquieren durante El Buen Fin.
Lee eso de nuevo. Más de seis meses.
Eso significa que cuando estés partiendo la Rosca de Reyes en enero, seguirás pagando la televisión que compraste. Cuando estés en las vacaciones de Semana Santa, seguirás pagando esa televisión. Es una "cruda financiera" que dura la mitad del año.
El problema no es el descuento. El problema es que compramos por emoción, no por lógica.
El verdadero costo de las "ofertas"
El Buen Fin es una obra maestra de la psicología del consumidor. Juega con tu miedo a quedarte fuera (FOMO), con la urgencia ("¡solo este fin de semana!") y con la ilusión de los "pagos chiquitos".
El verdadero costo de esa "oferta" no es el precio con descuento. El verdadero costo es:
La deuda: Te comprometes a pagar por algo durante meses (o años), reduciendo tu flujo de efectivo futuro para otras cosas que sí importan.
El costo de oportunidad: Este es el más doloroso. Cada peso que gastas en algo que se deprecia (como un coche o un teléfono) es un peso que no estás poniendo a trabajar para ti.
Piénsalo así:
Un pasivo: Saca dinero de tu bolsillo (la tele a 18 meses).
Un activo: Mete dinero a tu bolsillo (una inversión).
El Buen Fin es una máquina diseñada para que te llenes de pasivos.
El "hack" mental: cambia el objeto por el objetivo
No te vamos a decir "no compres nada". Disfrutar tu dinero es parte de la vida. Pero te proponemos un reto: este año, invierte primero y gasta después.
Esa misma emoción que sientes al ver un 50% de descuento es la que deberías sentir al ver cómo el interés compuesto hace crecer tu dinero. La diferencia es que la emoción de la compra dura minutos; la emoción de ver crecer tu patrimonio dura toda la vida.
¿Qué pasaría si esos $5,000, $10,000 o $20,000 que pensabas gastar este fin de semana los pusieras en un portafolio de inversión? Hoy, gracias a la tecnología, empezar es más fácil que nunca.
La verdadera oferta de este Buen Fin no es esa pantalla. La verdadera oferta es la oportunidad de comprar el activo más valioso de todos: tu libertad financiera futura.
Antes de dar el tarjetazo, hazte una sola pregunta: ¿Esto que voy a comprar me acerca o me aleja de la vida que quiero?




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